La norma 802.11 establece normas para la creación y para el uso de redes inalámbricas. La transmisión de esta red es realizada por señales de radiofrecuencia, que se propagan por el aire y pueden cubrir áreas de centenares de metros cuadrados. Como existen incontables servicios que pueden utilizar señales de radio, es necesario que cada uno opere de acuerdo con las exigencias establecidas por el gobierno de cada país. Esta es una manera de evitar problemas, especialmente con las interferencias. Hay, sin embargo, algunos segmentos de frecuencia que pueden ser usados sin necesidad de la aprobación directa de entidades apropiadas de cada gobierno: las franjas ISM (Industrial, Scientific and Medical), que pueden operar, entre otros, con los siguientes intervalos: 902 MHz - 928 MHz; 2,4 GHz - 2,485 GHz y 5,15 GHz - 5,825 GHz (dependiendo del país, estos límites pueden variar). Las dos últimas franjas son las que utiliza el Wi-fi, sin embargo, tal característica puede variar conforme la versión de la norma 802.11.
Es bueno saber que, para que una red de este tipo sea establecida, es necesario que los dispositivos (también llamados STA - de "station") se conecten a dispositivos que suministran el acceso. Estos son genéricamente denominados Access Point (AP). Cuando uno o más STA se conectan a un AP, se obtiene, por lo tanto, una red, que es denominada Basic Service Set (BSS). Por cuestiones de seguridad y por la posibilidad de existir más de un BBS en un determinado local (por ejemplo, dos redes inalámbricas creadas por empresas diferentes en una área de eventos), es importante que cada uno reciba una identificación denominada Service Set Identifier (SSID), un conjunto de caracteres que, después de definido, es insertado en cada paquete de datos de la red. En otras palabras, el SSID no es más que el nombre dado a cada red inalámbrica.