El presidente de Sun Microsystems, Scott McNeally, afirmaba hace 15 años que "la red es el ordenador". Google retomó esta idea hace dos años cuando anunció que estaba creando Chrome, un sistema operativo centrado en el trabajo en internet que prometía equipos rápidos, ligeros y sencillos de utilizar. La semana que viene llegarán a España las primeras unidades de los llamados chromebooks. Será la Serie 5 de Samsung, el primer fabricante que se ha atrevido a poner en marcha la informática personal según Google. Le seguirá Acer, con unos ordenadores que ya se están vendiendo en EEUU pero que no se prevé que lleguen a España antes de fin de año. Pixmanía es la tienda que comercializará en España a partir del 5 de agosto la versión wifi. La que añade 3G tardará unos días más, y se venderá tanto libre como desde Movistar.
Las nuevas tendencias de consumo tecnológico apuntan a la proliferación de estos equipos. Primero llegaron los netbooks, portátiles baratos y ligeros que redujeron la inversión necesaria para tener un ordenador portátil. Después llegó la explosión de los teléfonos inteligentes y la aparición de las tabletas, convertidas en fenómeno en el último año. El siguiente paso de la evolución son los chromebooks.
Google cree que los portátiles no necesitan un pesado sistema operativo
El ascenso de tabletas y smartphones ha venido acompañado por un drástico recorte en las ventas de los ordenadores clásicos.
El último informe de tendencias de la consultora Deloitte prevé que este año más del 50% de los ordenadores vendidos en el mundo serán smart-phones, tabletas y netbooks, y no ordenadores convencionales. Y, frente a esta previsión, la realidad de la informática clásica: sus ventas en España han caído casi un 41% en el segundo trimestre de este año, según IDC. El portavoz del portal de comercio electrónico Pixmania.com, Tristan Colin, reconoce que es probable que no se trate de un producto de masas, pero confía en sus ventas. "La tendencia en informática se inclina hacia el trabajo en la nube y en este ordenador estas prestaciones vienen de serie", añade.
El concepto, a prueba
Tras los equipos de Samsung llegarán los de Acer, que ya se venden en EEUU
"Tenemos teléfonos inteligentes, pero ¿queremos pantallas tontas?", se preguntaba la analista Stacey Higginbotham en la web especializada en tecnología Gigaom. Los chromebooks no son tontos, pero su verdadera inteligencia está en otro sitio. Son portátiles diseñados para trabajar en internet y que, por tanto, no necesitan de una desmesurada potencia gráfica ni de un gran disco duro en el que almacenar archivos. Equipado con Chrome OS, el sistema operativo de Google tarda sólo ocho segundos en arrancar y lo hace con el navegador abierto una vez introducido el nombre de usuario y la contraseña de Google. "Los chromebooks trasladan el espíritu que ha proclamado Apple durante años, el de conéctate y navega de una forma sencilla", explican desde Pixmanía.
El correo electrónico Gmail, el chat Google Talk, el sitio de fotografías Picasa y el procesador de textos o la hoja de cálculo son algunas de las aplicaciones que se incluyen por defecto en estos portátiles. Y, como ocurre con los teléfonos de Google y su tienda de aplicaciones gratuitas y de pago, Android Market, Chrome OS también dispone de su Chrome Web Store. "Abrir el ordenador y tenerlo funcionando al instante es una característica que hasta ahora no existía. Además, se espera que Google y otros desarrolladores creen aplicaciones que lo hagan cada vez más funcional", añade Colin.
La filosofía de Google es que los ordenadores no necesitan de un pesado sistema operativo para funcionar. Tampoco necesitan un escritorio. Por ello Chrome OS es básicamente la puerta de acceso a las aplicaciones y todo sucede en él. La compañía que empezó con un buscador y que ahora tiene dispersos sus intereses en casi todos los campos de internet planta cara con este lanzamiento a compañías vendedoras de software clásico como Microsoft. Les dice a sus clientes, además, que ya no tendrán que preocuparse por adquirir actualizaciones de los programas, ya que estas se producirán de forma automática. Y el teclado, como ya ocurriera con los ordenadores Macintosh, también implica una forma de pensar diferente: en lugar de las teclas de función se han incorporado unos botones que facilitan la navegación y se han eliminado otros botones útiles en Windows entre los que se encuentran, por supuesto, los dos logotipos del sistema cerca de la barra espaciadora.
El buscador quiere trasladar el sistema de aplicaciones de Android al PC
Se desconoce si la mayor prioridad para Google y Samsung era la ligereza o la duración de la batería en un equipo que se supone ideal para el trabajo en movimiento, pero con una decisión han fusionado los dos aspectos: incorporar un disco duro (de 16 GB en el caso de los chromebooks de Samsung) con la misma tecnología que los smartphones les otorga una gran duración de la batería, unas ocho horas y media de autonomía (cinco si se trata de reproducción de vídeos).
La conexión imprescindible
Los expertos apuntan a que los chromebooks no supondrán una revolución ruidosa y, sin embargo, cambiarán el concepto de la informática a medio plazo. En la tienda Amazon de EEUU, donde ya se venden tanto los modelos de Samsung como los de Acer, estos compiten en la lista de los diez ordenadores más vendidos con los MacBook Pro de Apple y los portátiles con Windows 7. Y eso que buena parte de la prensa estadounidense se ha mostrado muy crítica con ellos.
La pretensión es que todo el trabajo se realice online, en la nube
El chromebook necesita una conexión a internet permanente para no ver reducida su inteligencia. Una actualización permitirá ver correos o trabajar con documentos sin conexión, algo básico cuando se está en una zona con cobertura limitada. "Es cierto que dependemos de internet para aprovechar todas sus prestaciones, pero la tendencia global apunta a estar conectados siempre, y no sólo en estos equipos", matiza Colin. De hecho, Mozilla, que se encuentra tras el navegador Firefox, también está preparando su propio sistema operativo móvil que competirá con Chrome (ver pieza adjunta).
El posible éxito de los chromebooks supondrá una reformulación del trabajo con el ordenador tal y como se entendía hasta ahora. La pretensión es que no sólo se realice online una parte del trabajo, sino todo. Para Nieves Franco, directora comercial de Arsys, empresa especializada en soluciones tecnológicas en la nube, "es posible que los usuarios no sepan definir exactamente lo que es el trabajo en la nube, pero ya utilizan el correo en internet, los álbumes online o las redes sociales. Todo eso ya está en la nube". Google aspira a repetir el éxito que ya está viviendo con Android. Los ordenadores en la nube ya están preparados. Ahora resta saber si los consumidores están preparados para trabajar con ellos.
Fuente: http://www.publico.es